31.1.09

un momento, por favor

hace días que no paso por aquí. que no dejo mis notas en este cuaderno de pastas azules, tampoco en waterproof. hace días que no recorro los rincones amigos, que no buceo en busca de nuevos lugares de palabras desnudas, de historias, de poesías, de letras que cuentan, en fin.

pero no podía ser de otro modo, los libros me devoran, los apuntes me ahogan y lo seguirán haciendo durante la próxima semana. cosas de la edad. de los estudios, de estas fechas que tanto nos saturan y tan indefensos nos dejan. sin embargo, estoy contento, ésta será la última vez.

este semestre hemos estado trabajando con algunas ong's. hemos estado haciendo algunos trabajos creativos que han quedado muy bien y que si puedo, colgaré aquí para que podáis verlos. la cosa es que me impactó un video de setem (una de las ong's). es una acción de sensibilización y denuncia en la calle, una acción muy interesante en la que se proponían regalar acciones del banco santander. aquí os lo dejo.



lo que me estremeció cuando vi este video no fueron tanto las acciones que se llevarán a cabo con el dinero de los inversores desinformados sino que esos posibles inversores cierran los ojos ante ellos. si se trata de recibir regalos, allí están todos. pero si les hablan a las claras de las inmundas actividades que practican nuestros bancos, todos huyen, no quieren oír. qué más da. los beneficios son los beneficios.

y luego esta crisis a la que nos han llevado entre todos... ¿qué decís? ¿qué dices tú? ¿qué piensas? la hipocresía es algo que aguanto muy poco... y ¿sabes? creo que empieza a abundar por estos lares.

19.1.09

varadero



aquel tipo había estado encerrado en una habitación oscura y polvorienta de la única pensión en la calle séptima durante días. lo estaba consiguiendo y ellos, para qué engañarte, andaban boquiabiertos. las predicciones más halagüeñas hablaban de que conseguiría mantenerse en aquel pestilente rincón de la casa al menos durante la friolera de cuatro días más. nosotros ya no dábamos un miserable chelín por aquella desagradable aventura.

los comentarios comenzaban a sentirse en todos los lugares de la ciudad, los titulares de los periódicos arreciaban exclamaciones entre extrañadas y un tanto hastiadas, los bares, las peluquerías, los patios de los colegios, los claustros de profesores, incluso algunos de hermanas carmelitas, las porterías de todos los edificios, las comisarías de policía, las ambulancias, los locales de apuestas, los escaparates de putas, los supermercados, los restaurantes remilgados, las instituciones penitenciarias, los apartamentos para amantes, los peajes de las autopistas... absolutamente todos, en absolutamente todos los lugares de la ciudad hablaban de aquel tipo horrible que se había apostado una cerveza, por cada día que pasara encerrado en aquella habitación que tenía por jaula negra y oxidada.

- qué quieres que te diga, a mí me parece que no puede aguantar mucho más ahí -comentó alguien mientras leía la portada del times.
- ¿por qué? si parece que todo le va bien dentro de ese sitio... -dijo el de la predicción halagüeña- estoy seguro de que aún puede aguantar unos cuantos días más.
-  ¿cómo puede usted decir eso? si apenas come, ni bebe... se ve que está haciéndole un hueco a esas cervezas... además, está loco... ¿cómo alguien en su sano juicio se encerraría en una habitación y bajaría todas las persianas para no ver la luz del sol y las cálidas estrellas? es más, ¿cómo alguien en su sano juicio osaría encerrarse en una habitación oscura por una mera apuesta?
- a mí no me mire, señor, yo sólo aposté por él. pero no cervezas... dólares, amigo, dólares, que son los que mueven el mundo y a mí me llevan de vacaciones cada verano. ¿ha estado usted en varadero? yo fui el año pasado... sí, justo antes de que el comandante este... cómo se llamaba... sí... el de la barba... castro... sí... castro... antes de que el comandante castro tomara la isla. y, ¿sabe? fue gracias a una apuesta.
- no, no he estado allí. y ahora creo que ya no podré ir. ¿es bonito aquello?
- oh, no lo sabe usted bien... qué playas, cuánto sol, qué mujeres... pruebe el ron, si es que va algún día.
- ¿sí? lo tendré en cuenta... pero oiga, ¿de verdad cree que está cuerdo? además, ni siquiera ha salido para hacer sus necesidades... ya sabe... claro, que por eso tampoco querrá beber ni comer demasiado... a mí no me parece la mejor forma de demostrar su valor... de hecho, será la mejor manera de demostrar su hedor. no quiero ni pensar cómo acabará la habitación después de todo esto.

pero las predicciones, como aquel que dice, están para romperlas. y ni siquiera el hombre que iba a cuba de vacaciones consiguió acertar. aquel tipo se había mantenido encerrado en el mismo estrecho lugar (según las informaciones del periódico no mediría más de dos por tres) sin ventilación alguna (ya hemos dicho que la luz y el aire eran enemigos del caballero en cuestión) y con el único alimento de un par de galletas, algún trozo de carne y a veces, un par de vasos de agua o un cuenco de sopa, durante trece días. cosa extraña que nunca devolviera los aperos de la comida... y tampoco se comunicaba con nadie, no hablaba con sus carceleros, no emitía sonidos... de hecho, lo único que emitía era un horrible olor a mugre que se filtraba por la rendija bajo la puerta.

llevábamos ya 22 días de noticias ahumadas en los periódicos, la situación había alcanzado el grado de interés nacional y las autoridades sanitarias no tuvieron más remedio que acordonar la zona, impedir a los huéspedes que entraran en sus habitaciones y entrar en aquel zulo para sacar a aquel pobre hombre que estaría ya perdiendo la razón, la salud e incluso los últimos atisbos del sentido olfativo. maldita sorpresa...

- ¿cómo? -preguntó el hombre que leía el times, que casualmente era el propietario de la pensión donde la apuesta tenía lugar.
- como lo oye, señor -respondió el jefe sanitario.
- ¿pero podría repetirlo? es que creo que no lo he entendido bien...
- sí, verá... el hombre que se había encerrado... sí... pues... ese hombre... en fin... que... que dice que alguien le debe 22 cervezas y media, porque ese es el tiempo que ha estado encerrado... y que... bueno... que... que creemos que no va a pagarle... y que... en fin... que le vamos a tener que cerrar el chiringuito, porque al parecer... las condiciones atmosféricas que se han producido en la habitación durante este tiempo, unido a la falta de luz quizá, y quizá también a la adición de pequeñas partículas de diversas formas de comida... en fin... que ese tipo ha creado una nueva forma de vida... unos seres nunca vistos... y bueno... tendremos que examinarlos. esto llevará sus años... parece que quieren invadir todo el edificio así que... bueno... le daremos algo de dinero y en fin... nos quedaremos con su edificio... ¿no le importa verdad?
- pero... pero... -no acertaba a decir nada aquel hombre.
- bueno, tranquilícese... en estos casos, el perjudicado siempre sale indemnizado... aproveche... conozca mundo... ¿ha estado en varadero alguna vez?

14.1.09

un par

aquellos dos tipos amenazaban con iniciar una disertación sociológica de lo más compleja acerca del cómo, el cuándo, el dónde y el por qué de las cosas que les habían llevado a estar en aquel lugar, a aquella hora y con las mismas tristes ganas de acabar la botella whisky más asquerosa y cara de un bar oscuro en mitad de una noche aciaga.

los dos habían cumplido años de penas y traiciones en los que una barra de aluminio había sido el único apoyo para ambos. todos esos días de temores y enemigos... todas esas luces que en lo negro de aquel túnel parecían mujeres desnudas y no habían sido más que difuntos fantasmas de almas igual de perdidas, con algo más de suerte. aquella barra de aluminio donde apoyaban sus copas había sido también el lugar donde sostuvieron sus miedos, sus pasiones... el lugar donde cantaron las letras de aquellas canciones pasadas de moda, como ellos.

el camarero les había cerrado la puerta tantas veces en las narices que al final siempre dejaba que durmieran allí, con el cuerpo escacharrado y las cabezas pegadas a la última copa sin recoger. la misma historia de siempre, los mismos pesares, las mismas lágrimas que se derramaban encima del mismo hombro, del mismo abrigo... dos balas perdidas que alguien disparó alguna vez. dos pétalos marchitos de flores que fueron hermosas, que marcaron algunas vidas, que olieron alguna vez a rosas... dos oscuras golondrinas ancladas a una piedra que no les dejaba volar. dos palabras del mismo sueño que ya estaba roto... la certeza de no salir de allí.

y tú que los veías todo los jueves, mientras jugabas al póker respirando las briznas de una espesa cortina de humo que había levantado uno de tus puros. habano, por supuesto. y tú que los veías bajo aquella luz verdosa de extrañas propiedades... tú siempre les invitabas a otra. te hacían gracia, decías. jamás habías tenido un amigo tan fiel, un sancho tan fantástico que no abandonara tu causa, que siempre estuviera a tu lado. tú sólo sabías ganar dinero, comprar joyas caras a esa mujercita que habías conocido el mes pasado... sólo sabías querer ser más sin llegar a serlo. y pensabas... ellos dormirán solos pero se tienen el uno al otro. yo dormiré acompañado, pero ¿acaso me queda alguien?... y envidiabas sus vidas, sus penas... y también sus pocas alegrías. 

8.1.09

año nuevo... palabras

¿sabes? el domingo vuelvo a la normalidad. navidad siempre fue, o al menos durante estos últimos cinco años, un tiempo de agobios y prisas estudiantiles. los exámenes a la vuelta de la esquina, la entrega de montones de trabajos al pasar unos días, las fiestas familiares, las comidas, las noches en vela, las mañanas turbulentas... en fin, qué contar.

el domingo madrid acogerá a sus pequeños pájaros que, aunque enjaulados, se sienten seguros bajo el azul manto de su cielo eterno. un nuevo año nos ampara o quién sabe, quizá nos dispara al lejano horizonte del 2010. pues bien... auguro un año de las mismas cosas para mí, quizá también para ti. una crisis que nos golpea en la cabeza cada vez que queremos mirar adelante, una guerra que hiere nuestros ojos cuando los abrimos y algunos ya no están. y esos niños ya no están...

pero además también habrá nuevos desafíos. entre este año impar que empezamos y el décimo del milenio, he de salir al mercado laboral y enfrentarme a esa jauría de hambrientos jefazos que busquen en el talento juvenil, una nueva salida a este gran agujero que entre todos han creado. nuevas formas de mirar al mundo y de repartir lo que hay en él. otras maneras de creer que la vida no es sólo lo que vemos, que el hombre es más que un simple pedazo de carne, que hay algo más allá de nosotros.

sólo pido una cosa... o mejor dos. salud y ganas de mirar... aunque tarde, deseo que seas feliz al menos, durante los próximos 356 días.
 
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