12.3.09

ayer

ayer, que era un día para el recuerdo, para echar la vista atrás y ver que aunque no nos olvidamos ya hemos andado mucho. hoy que ya han pasado cinco años y parece que no hace tanto. ayer que fui en tren por las mismas estaciones que sintieron el dolor de cientos de miles de personas aquella mañana... 

ayer sentí que madrid era una ciudad entrañable. ayer sentí el paso de la vida, el amor, el cariño, la amistad, la felicidad... ayer vi a una mujer anciana de pie, cerca de una esquina en uno de esos pasillos que recorren la ciudad bajo su suelo. ayer vi a una mujer de ojos oscuros y enrojecidos, quizá del llanto, quizá de un simple resfriado, o del recuerdo, quizá... no lo sé.

ayer sentí que madrid se había convertido en un lugar maravilloso, mucho más maravilloso de lo que lo es normalmente. ayer vi a un hombre anciano de pie, tocando un violín aún más anciano que él, cerca de una esquina en uno de esos pasillos que recorren la ciudad bajo su suelo. tocaba música clásica y sus ojos iluminaban aquel lugar.

ella sostenía la partitura. y yo sonreía. sonreía porque el amor no tiene edad, porque la vida, la mires por donde la mires, siempre parece insuficiente, demasiado corta. demasiado bella para ser quebrada... ella sostenía la partitura con manos temblorosas. lloraba... y nada pudo parecerme más tierno en aquel instante.

nada fue más hermoso. 

7 comentarios:

Luis Cano Ruiz dijo...

Ayer, lejos de Madrid, btindaba por cada uno de los que ya no están. Y ellos, soñadores, me devolvían el brindis.

Álvaro Dorian Gray dijo...

Y MAdrid sigue... ayer, aun con sol, era un día triste.
saludos y salud

Xaj dijo...

La partitura, un acorde en séptima, cejilla.

Es hermoso, sí.

Abrazo che!

Belén dijo...

Madrid tembló hace cinco años, y el terremoto aún repasa muchas almas, querido...

Madrid siempre será bello, por mucho que quieran hacernos parecer que no...

Besicos

Anónimo dijo...

Hace cinco años Madrid,su gente generosa,me emocionó.Hubiese viajado hasta allí para hacer algo,aunque sólo hubiese sido poner una vela en la estación.

Hace cinco años todavía no conocía Madrid.Por eso,la primera vez que fui,busqué el espacio para la palabras y escribí una frase con todo mi cariño.Después,recuerdo que visitamos el monumento de Atocha,y el Bosque de los Ausentes.Recuerdo que sentí una emoción infinita.Una emoción igual y diferente a la vez que esta que me inspiran estos dos viejecitos con su música.

Lucina dijo...

La belleza de las pequeñas cosas, siempre presentes a pesar del dolor..
Un beso

Castigadora dijo...

Ha sido un post precioso! Hace cinco años, nos dejaron una herida abierta que poco a poco debe cicatrizar, pero los recuerdos no deben ser olbidados!

Besos

 
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