aquella primavera las flores del jardín crecían más despacio. el sol lucía un poco menos que de costumbre y tú arremolinabas estrellas frente al espejo de tu habitación. los días pasaban sin que habláramos como lo habíamos hecho tantos años atrás y el escritorio se llenaba de notas, de pasajes recordados, de versos incompletos que no eran más que el tiempo lento y quebradizo de aquella época.
para entonces, sin saber cómo ni cuándo, yo había dejado de ser el mismo, había dejado de creer, de soñar, incluso de vivir y me pasaba las horas tumbado en la cama, buscando un punto en el techo que me ayudara a viajar más alla de la oscura luz del universo. más allá de aquello que ya conocíamos, más allá porque aquí no había nada que me acercara a ti.
nada excepto una larga línea telefónica que unía este continente con otro a miles de kilómetros. miles de kilómetros que nos separaban, que nos hacían más débiles, más opacos, más extraños y, he de decirlo... menos felices. habíamos jugado cientos de veces a que no pasaba nada, a que todo seguiría siendo igual, a que algún día volveríamos a vernos. cartas que iban y venían, llamadas que alguna vez al año siempre eran bien recibidas. historias contadas, palabras cruzadas, lágrimas después de colgar.
la de los cuarenta fue una década difícil aquí, supongo que también lo fue allí. hace más de cincuenta años que no la veo... y ahora me paro a recordar.
Cerca del cielo
Hace 1 mes
7 comentarios:
líneas telefónicas que unen continentes, cada vez más cerca y más latente el deseo de cruzar los mares en nuestros barcos de papel.
y esta lectura me remonta a cosas que no viví ni conocí.
y se me vienen los versos de sabina a la cabeza: "no hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió", versos que me acompañan mucho últimamente.
besos, amigo del viejo continente.
en cualquier década, cada año, dia tras dia hay alguien esperando que esa línea de teléfono funcione y haga añicos esos kilómetros aunque sea uniendo dos voces que se hacen falta.
No sé con que quedarme,si con la entrada de yomismo,que me gusta mucho,como siempre,o con el comentario de su nena,que también escribe de lujo.
Es precioso eso de"y haga añicos esos kilómetros aunque sea uniendo dos voces que se hacen falta".
Enhorabuena a los dos.
los encuentros telefonicos redimen, acercan y duelen, pero citando al querido serrat: nada mas amado que lo que perdi...vuelve por alla.
Me gustó, la historia, como está escrito, como suena cada palabra... Siempre un gusto leerte.
miralo cada dia va escribiendo mejor q el anterior.cuando publikes un libro ya sabes, m lo mandas ehhh¡¡ q como ya tas io de la clase po...jeje weno a ver si nos vemos q hay q celebrar tu cumple cn tus excompis d clase no?? enga un bso y q vaya to muuuuuuu bien¡¡
ya he vuelto... y me encanta que tu también estes de nuevo regalandonos historias maravillosas. Un beso
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