ismael vuelve a mi memoria... a mis oídos... vuelve porque no podría ser de otra manera. y esta canción... la huida... la vida.
ella tiene quince primaveras, pocas mentiras que contar,
dos pendientes de primero y aún no ha visto el mar.
mientras lo espera sobre la acera, se derrumba el mundo.
él tiene dieciseis agostos y una nube que robó,
y versos de extremoduro volando en la habitación.
mientras la sueña copia un poema que luego hará suyo.
y como cada tarde, la ciudad se detiene en el instante
en el que él la pasa a recoger.
"¿qué tal en clase?". "llegaste tarde". "no me riñas, ven".
y ella aprieta contra el pecho la carpeta, y en el cielo
anémonas de humo, antenas de coral.
"si quieres, mi vida, te rapto yo un día, te llevo a ver el mar".
una tarde como otra cualquiera él la pasará a buscar
con el alma en un pañuelo, con el coche de papá.
"sube al barco, niña. ésta es la huida que te prometí".
ojalá que tengan suerte, tal y como lo soñamos,
y al paraíso les lleve la nacional 4.
"amor, ¿por qué lloras? ¿qué es lo que te pasa?" "será que soy feliz".
y nada más pasar despeñaperros se les echa encima el sueño
y las ganas de compartir sudores.
"paro y nos dormimos". fuera queda el frio con la oscura noche.
al rato, el coche queda lleno de vahos y de vuelos,
en playas infinitas, carretera sin fin.
arenas desiertas, mil atardeceres que acaban en ti.
no será la luz del alba lo que los despertará,
ni una gran ola rugiendo, no será el olor a sal:
una pareja de picoletos pegándoles voces.
como el cristal de los sueños, de camino al cuartelillo.
se han quebrado un par de vidas entre broncas y gritos.
¿a quién se le ocurre? se deshace una nube y una ola se rompe.
y ya de vuelta a la ciudad, donde nunca sabe a sal,
la piel y la lluvia, que a veces te besa,
se van para casa, escuchan aullidos, golpes que no cesan.
los viejos les prohibieron la salida, el tiempo fue arando sus vidas,
quemando poemas, carretera sin fin.
de vuelta hacia casa mil atardeceres que acaban sin ti.
la ciudad se siguió derrumbando, en la acera mientras tanto
anémonas de humo, antenas de coral.
él se pierde en la bruma, ella sólo recuerda cuando mira el mar.
le asalta la duda de estar viva y recuerda alguna huida
cuando aún no sabía mentir.
"amor, ¿por qué lloras? ¿qué es lo que te pasa?" "será que soy feliz".
te llevo a ver el mar... una huida juntos... una vida.
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la huida, de ismael serrano en su disco los paraísos desiertos.
8 comentarios:
Gracias por la canción. Hoy en Miércoles, pero también -¿por qué no?- puede ser un día de música, letras, y significados diferetes.
Gracias. Un saludo.
Que cosas, ayer fue un día muy infame para mi...
Besicos
amo las pequeñas casualidades.
Martes 17, disfruto de un concierto de Ismael Serrano en esta ciudad tan al sur, casi perdida e ignorada como es Montevideo.
Un concierto especial, con muchísimas risas, canciones con olor a nuevo y un escenario muy peculiar para lo que son los típicos conciertos de este señor
(fue en el teatro de verano, al aire libre, donde acaba de terminar el espectáculo del carnaval más largo del mundo)
increíble. quería compartirlo contigo, viejo amigo.
En este principio de jueves tambien es una bella noche, para leer cosas bonitas como estas, y escuchando Ismael, acaso algo más?
Un beso
hermoso tema...yo tratando de reinsertame nuevamente por el mundo de los blogs
Abrazos
no se que decir de esta canción...solo me dan ganas de llorar pero porque me hace recordar todo lo que hemos pasado juntos y también pienso que soy feliz :)
Yo también lloro con este tema. Me generá algo especial, como todo lo que resulta ser de ismael!, siempre es algo distinto. Gracias por compartirlo.
Desde Buenos Aires, llegando a la noche de un viernes con muy poco planes. Saludos!Bet!
Tengo tantas ganas de Huir...
Una canción preciosa que leo muy tarde,pero bueno,no importa,porque...¡YA TENGO INTERNET!
Un beso para los dos.
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