10.11.09

calor

el asfalto desprendía líneas de humo blanco casi transparente, aquel día de agosto en madrid. ella vivía en la sexta planta de un edificio de diez. en la puerta c de las a, b, la susodicha c, d, e y f de cada rellano. y ahora yacía en la cama de la habitación roja. su boca estaba húmeda y más caliente de lo que había estado jamás. a su lado una gran masa fría como un témpano. un hombre de pelo espeso, torso bronceado por el sol veraniego y desnudo como si acabara de ser traído al mundo.

el sopor de aquella mañana, el fuego intenso de su boca, las gotas de sudor en la almohada... el fuego intenso de su boca. aquel calor sofocante la tenía algo mosqueada. la cabeza le daba vueltas. la botella de whisky al otro lado de la habitación. la vista nublada. y un agujero negro en la garganta que no sabía por qué estaba allí.

él se despertó media más tarde, casi sin querer. un leve roce, el aleteo de un mosquito ávido de sangre. quizá algún pitido de un coche alelado en mitad de madrid inhóspito. puede que un susurro... uno de esos ¿estás despierto? que siempre fastidian un buen sueño. o puede que sintiera el calor rojo intenso a su lado.

el sol de mediodía que se colaba por la ventana y la resaca de la noche anterior hacían mala pareja. un vaso medio lleno aún reposaba en la mesilla. ella le miraba a los ojos mientras él no dejaba de observar aquel pozo rojo, un agujero eterno que le llamaba, que le apetecía, que lo atraía hacia sí... ella lo veía borroso, entre tinieblas, como si aún estuviera soñando. él, sabía tan bien lo que venía después. ella, aun turbada, ya se lo temía.

él no pudo evitarlo. el fuego lo absorbió. ella no pudo evitarlo. por eso se dejó llevar.

6 comentarios:

Eclipse dijo...

pues... es una linda historia.
un comienzo que parecía final sórdido y atroz.
lindo volver a leerte, amigo.

maria jose dijo...

Bueno,me parece un poco extraña esta historia.Creo que en ti es novedoso este tema.

Me ha alegrado mucho abrir tu cuaderno azul y ver que habías escrito otra página.

Un beso para los dos.

Lucina dijo...

Una pasión de mediodía..
si que son intensas en verano.

Un beso

reconocelo dijo...

que calor hace no?

Vértigo dijo...

Muy real me pareció la historia, me imaginé el sol entrando por la ventana.

Luis Cano Ruiz dijo...

A mi también me parecía, al leer el comienzo, que el final iba a ser distinto. Así que enhorabuena, porque has conseguido sorprendernos.

Cuídate.

 
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