20.2.11

de ascensores

miro alrededor cuando se abre la puerta y me ciega la luz de sus caderas. reparte los formularios cada mañana como si fueran copas de coñac. y los tipos duros del edificio que la miran desde cualquier sitio, se relamen pensando en la próxima vez que la tengan sentada entre sus piernas. estúpidos engreídos... llevan el sombrero tan calado que no ven más allá de sus narices.

yo lo sé todo. bueno, lo diré de otra manera... ¿ha pasado en manhattan entre la primera y novena? entonces pregúntame a mí. cada día tengo nuevos chismes que llevarme a casa. ¿cómo dice? ¿que soy como waylon murphy? ese tipo no sabe cómo llevar unos buenos tirantes. yo sí. yo lo sé todo... todos hablan en el ascensor. subir treinta plantas sin parlotear aunque sólo sea un poco es complicado. quizá parte de la culpa sea mía, lo admito. siempre soy yo el que pregunta. no a todos, claro está. sólo a los que me dan confianza. a los que nunca me fallan. así es como funcionan las cosas aquí. yo aprieto un botón y ellos largan cualquier historia de las que se comentaban anoche en pastis.

- ¿sabes? troy evans acaba de ver a un tipo con la sesera abierta en broadway con la veinte. por lo visto, uno de los chicos de los patricio. esa gente nunca va a dejar morir... siempre habrá alguien con una bala para ellos.

estos son los comentarios que llegan a mis oídos cada quince minutos. por eso lo sé todo. el tipo del ascensor siempre lo sabe todo. y en realidad... no sé lo más importante. cómo hacer que la mujer a la que amo se fije en mí. usted la conoce bien. trabaja en el hall del edificio. es la encargada de recibir a los clientes... como la llaman... la recepcionista. se llama conney. y permítame que se lo diga, vaya par de enes tiene su nombre. alguna vez he querido acercarme para invitarla a una copa en el bar de la esquina. pero no soy capaz. o más bien... no sé cómo hacerlo. tengo miedo a que me mande al lago de central park de una patada en el culo. ya lo he visto otras veces.

planta treinta siete. ha sido un placer... quizá en otra ocasión pueda usted aconsejarme. sí, quizá en otro momento le pida una cita. sí... descuide... oh, muchas gracias. gracias, señor. que tenga un buen día.

4 comentarios:

yo mismo dijo...

este post es mucho mejor si oyes come fly with me, en la versión de count basie :) me alegro de estar volviendo a este rincón tan mío y que a veces olvido que existe. gracias a todos por venir.

Vértigo dijo...

que bueno tenerte de vuelta. me alegro mucho. nos leemos.

cachita dijo...

Desde luego es que sacas una historia de cualquier cosa¡¡¡
Supongo que esta tambien podria tener una segunda parte no?
Quizas la proxima vez se atreva a pedirle una cita a conney,con dos enes, jajajaja
besitos

maria jose dijo...

El jazz y la influencia de tu viaje trasatlántico,no?...

Y siempre la inseguridad del protagonista ante su chica.

Menos mal que ese no es tu caso.

Un beso para los dos.

 
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