la historia continua. mientras algunos viajan a otros mundos, mientras ellos se suben al tren de los sueños, tú y yo estamos aquí, en el mundo real. ese mundo cruel que asesina y muerde, un mundo de grises, de sepias, de recuerdos hechos de viejas cenizas, de pensamientos deshilachados que se rompen y se pierden...
hoy el mundo real me despierta camino de la facultad. y pienso en las vidas que se cruzan conmigo. un día observaba a todos, hoy he pensado en ella. va delante de mí, caminando, despacio y cabizbaja, como si no fuera a ninguna parte, como si pensara que la vida es eterna y que las líneas del suelo dirijen su camino. es una chica joven, veinte años, no más. y sin embargo, hay algo en su forma de andar que me desconcierta. el peso de años amargos y prisioneros cae sobre sus hombros. aún no ha mirado atrás, sólo pone un pie delante del otro y sigue su camino, recta, sin prisa pero sin pausa, andando, simplemente.
me pregunto en qué estará pensando, qué será eso que tiene en su cabeza y que no le deja ser como realmente es, qué es lo que no le permite correr o saltar en este día precioso, cuando el invierno da un respiro y el sol luce arriba. no encuentro respuesta. triste de mí que pienso conocer a las personas por la forma de caminar o por la expresión de sus ojos, por como lleva recogido el pelo o por su forma de vestir. triste de mí que hablo de apariencias cuando lo importante es lo que éstas esconden. aún así no puedo abstraerme, mi mente jamás deja de relacionar, no soy yo, es mi mente que sabe que algo le ocurre a esa chica.
se para. vuelve la cabeza y me mira, me sonríe. como si supiera que estoy pensando en ella. luego sigue caminando, despacio, como antes. yo detrás... ya he llegado y ella aún no deja de andar. me pregunto dónde irá, qué será de su vida después de hoy, qué fue antes. tengo un problema. siempre me pregunto demasiado, siempre intento saber algo más acerca de la gente y la mayoría de las veces... nunca lo consigo. puede que sea mejor así.
Cerca del cielo
Hace 3 meses