26.9.09

chica pop

una chica pop atrapada en papel fotográfico. eso era ella. eso había acabado siendo después de tanto tiempo. después de tantos recuerdos perdidos... después de tantas vueltas, de tantos países, de tantos museos y bibliotecas. después de tantas noches pasadas en bares de jazz y mala vida. después de conciertos, giras, carreteras, furgonetas y mandarinas. después de parques, de bancos, de hoteles, de camas compartidas, de casinos y playas de invierno.

la chica pop. así la habían llamado en todos los periódicos durante cinco largos años. la comparaban con marilyn, con ava, con rita... pero ella se sentía tan triste y sola cada noche... cada atardecer. cada vuelta a casa. hablamos de tantas cosas durante aquellos tiempos. "no quiero ser ella, sólo quiero ser yo". y tenía razón. ya no era ella, sólo un espectro de quien había sido. sólo una sombra rodeada de cámaras y flashes. una estrella de cartón piedra. una estrella maltrecha, hastiada. sólo una imagen. un par de ojos hermosos pero vacíos por dentro. una estructura de piel y huesos que habían dejado de soportar a alguien... o más bien, a un alguien perdido.

la chica pop se había hecho famosa después de aquel otoño triste en que las discográficas se la sortearon. un cazatalentos la descubrió en el bar de siempre, cantando aquellos viejos temas de la fitzgerald... fue extraño que en los tiempos que corren alguien apostara por su pop lento, tan alejado de madonna y las demás.

pero aún más extraño fue que todos quisieran conocerla poco más tarde. y que algo más tarde aún, ya hubiera vendido millones de discos. sería su aspecto vintage, su aire retro, las letras de sus canciones o aquellas gafas de sol que nunca dejaron adentrarnos en ella. no lo sé. pero lo cierto es que sucedió. y durante mucho tiempo ella apenas podía salir de la habitación del hotel sin ser escoltada. el mundo la convirtió en una víctima de sí misma.

la chica pop. aquella imagen de mujer años cincuenta que cantaba canciones acerca de hombres perversos y chicas frágiles, aquella efigie de mujer sensual e inocente se resquebrajaba cada día encerrada entre cuatro paredes. mientras vagaba entre los decorados de sus videoclips. o en los platós de televisión...

y como suele pasar en este tipo de historias, no mucho más tarde, ella desapareció para siempre. la chica pop dejó su último hotel rumbo a ninguna parte, rumbo a su propio reencuentro. quién sabe, quizá a aquel viejo local en el que siempre había disfrutado cantando. o puede que tan lejos de aquí que nunca vuelva a verla.

19.9.09

supongo

supongo que es hora de volver a casa. de volver a escribir en este lugar de pastas azules y hojas amarillas. supongo que es hora de recuperar historias casi deshechas y contarlas aquí.

supongo también que durante los últimos meses mi vida ha sido distinta... estoy viviendo algo que no sé muy bien dónde acabará. algo que tiene que ver con mi futuro y que me llena de incertidumbre. he estado más ocupado y a veces más desganado. he ocupado mis energías en otros menesteres. me he olvidado de esta parte que es más mía... con la que puedo expresarme... con la que puedo hablaros... hablarle al mundo. este cuaderno que es también una ventana. un balcón desde el que observar, desde el que entrar en otras mentes y otras formas de escribir. de ver. de mirar.

en fin. no es esta una de esas pequeñas declaraciones de intenciones que de vez en cuando he hecho. no. es la vuelta a mi mundo. a las historias que llevo dentro. a ese bar tan recurrente, a esos cantantes, a esos músicos de jazz... vuelvo. para leeros. para escribir.


besos y abrazos.
 
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