hace días que perdí la noción de la vida, de lo que ocurre a mi alrededor, de las justicias inventadas, de los disparates secretos. ya no entiendo nada de este mundo loco, que a veces recuerda a uno de esos cuadros de el bosco. cualquier cosa es un desengaño: una película que no me acaba de convencer, un libro que abro y cierro casi automáticamente, un par de cuartillas que tiro a la basura porque ya no tienen nada que ver conmigo. cualquier cosa te rompe por dentro: la ciudad, la gente, las esperas, los silencios, los ruidos, los semáforos, los sueños, las pesadillas, el tiempo, el impás, las canciones, las historias, la radio, la crisis, el trabajo, tú, yo...
hace días que perdí toda esperanza de rejuvenecer para siempre. hace días que los incendiarios me llamaron para prenderme en su hoguera. días de amargura que se atavían con sonrisas de mentira, que se esconden tras las vallas publicitarias, tras las lonas que cubren los edificios en obras, tras los presentadores de televisión. hoy necesito esto y aquello, mañana aquello otro y lo de más allá. jamás quedas satisfecho, jamás puedes dejar de querer, de desear, de perder. hace días que no abro la boca, que no opino, que no dudo, que no pienso.
hace días que olvido, que trato de vaciarme por dentro, que necesito empezar de cero, de cero, del más redondo de los ceros. hace días que no recuerdo. ansío perderlo todo y empezar de nuevo. de cero, del más absoluto de los ceros. despojarme de mí mismo, de mi ser, de mis historias, de mis cuentos. olvidarlo todo.
pero no puedo. no quiero.
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inspirado en las reflexiones de gilles lipovetsky en la sociedad de la decepción. yo... hoy sí pienso.
6 comentarios:
Vaya, parece que estamos pasando días parecidos, demasiado parecidos.
Es extraña esa sensación de sentir el vacio dentro de uno mismo, aunque a veces creo que me estoy acostumbrado a ello, quizás demasiado.
Yo soñé muchas veces con empezar de cero, olvidarme de mi familia, de mis amigos, de mis recuerdos, pero al final uno sabe que eso no es posible, y si lo fuera, haríamos todo lo posible por mantenernos más cerca.
Yo ya no pido grandes cosas, no hace falta que cambie el mundo, no me hacen falta grandes historias de amor, pero sí una pequeña, alguien con quien poder tomar un café y a quien sentir cerca.
No lo sé, supongo que, una vez, son días de soledad, para ambos.
Son días de reencontrarse uno mismo de volver a conciliar con lo que uno es. Si lo haces bien renaceras de tus cenizas, con algo bello.
Besos
Por un momento me has asustado y he creido que el post era autobiográfico...Tú siempre tendrás cosas que decir y por supuesto no creo que tengas ganas de romper con nada de lo que te rodea.
Espero que leer ese libro sólo te haya influido para escribir esta entrada.Eres demasiado joven para estar desengañado o decepcionado con nada.
Un beso para los dos.
A mi me ha pasado lo mismo que a maria jose,pense que estabas escribiendo sobre ti mismo,me he alegrado al descubrir que no es asi.Yo te vi muy bien la ultima vez,os vi muy bien a los dos. besos para todos
La primavera debería sentarme mejor, y sin embargo, me acerca más a esta descripción tuya de un estado de apatía y desgano.
He encontrado poca gente que disfrutara o se inspirara en Lipovetsky.
Yo tuve lo mío hace un tiempo con "La era del vacío"
Besitos transatlánticos!
desasociego, apatia, existencialismo y despues descubro que es una cita LITERARIA, yo sin embargo he mudado a las musas a mi cueva para escribir algo portentoso y se han dormido en la espera. Me da gusto leerte, es interesante. Te envio un abrazo enorme hermano.
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