31.3.11

¡tequila!


ponte en situación. imagínate en una de esas piscinas de hotel en la california de los años 60. es pleno agosto, así que hace un calor sofocante. a ti no te importa, de hecho, te encanta. un buen whisky con hielo y unas bermudas blancas a rayas azules te mantienen fresco como una rosa. el sol luce con fuerza, pero tus rayban clubmaster te protegen de él y de paso... bueno... de paso puedes expiar algunos escotes sin ser visto.

suenan niños en alguna parte. quizá sean los tuyos, pero qué más da. se está bien aquí sentado. de vez en cuando una ráfaga de aire o pequeñas gotas de agua de un chapuzón llegan a tu piel. sí, se está bien aquí. en el tocadiscos suena una canción de wes montgomery y a ratos te dan ganas de gritar: ¡tequila! creo que algunas chicas algo borrachas están formando una conga, qué baile tan curioso, piensas.

de algún lugar del mundo una pelota hinchable cae sobre tu cabeza y te despeina un poco. esto también es curioso. en cualquier otra parte del mundo te habrías cabreado tanto que quizá no habrías sido capaz de tranquilizarte en todo el día pero aquí... aquí se está bien. toma chaval. perdone, señor. no te preocupes. y sonríes. has sonreído. tú. qué curioso.

de repente, un culo respingón embutido en un minúsculo bañador se para frente a tu hamaca. por lo visto está llamando a alguien desde el borde de la piscina. te apetece correr hasta él y empujarlo al agua. sería divertido, pero qué va. el mundo es demasiado bello ahora como para abandonarlo. no, no... mejor dejar volar la imaginación. soñar que el tequila es para siempre y que la ciudad pertenece a un pasado que nunca volverá. sí, será mejor que no lo hagas.

pero no puedes evitarlo. es eso que tienen los impulsos, que no puedes reprimirlos. y allá vas. te levantas de un salto y caminas con pequeños pasitos, ¡ay! el suelo quema y estás descalzo. primer error. un charco aparece de improviso en tu camino y te deslizas sobre él sin poder controlar adónde vas. y sí, vas justo contra aquel bañador de florecillas silvestres, contra tu primer objetivo exactamente. así que allá vas, cuesta abajo y sin frenos. y en un momento... ¡pluf! ella se quita de en medio y tú te caes al agua de cabeza.

tiene gracia. todo el hotel te mira y tú agachas la cabeza como si nada en busca de tus gafas. mañana nadie lo recordará. o eso esperas.

7 comentarios:

yo mismo dijo...

wes montgomery se arropa en mis oídos en el metro o en casa. y siempre parece que es verano. hoy hace sol en madrid, quizá por eso añore un poco de agua donde mecerme. ¡gracias por venir!

Vértigo dijo...

seguro que nadie lo recuerda.. pero yo sí...

L_Y_R dijo...

:) paso a disfrutar un poco de tu verano imaginario...

maria jose dijo...

Muy divertido,mucho.

Por cierto,¿tus nuevas gafas también son tan exclusivas?

Un beso para los dos.

cachita dijo...

Pues ya sabes donde puedes venir a darte ese bañito que añoras tanto.

Tienes que ir haciendo un hueco en tu apretada agenda.....

Por cierto gracias por el regalo de laura,lo ha convertido en su compañero de sueños,le gusta muchisimo.

Bresitos para los dos.

Ana y jose dijo...

Quillo,haces tiempo que no escribes pero no lo parece,vas a mas y mejor,como te he dicho en alguna ocasion,me gustaria que escibieras
algo para la revista de Olvera.

P:D.
Se han quedado enbobados mientras yo les leia la historia,ni que decir tiene que los tienes super orgullosos

Besos para los dos

SuperBarbie dijo...

Qué has conseguido que me metiera completamente en el papel, majo!!
Y qué ganas de veranico!!

Guay como escribes...ya tienes una nueva seguidora!

MUAKS!
P.D: Si, soy la misma SuperBarbie de Twitter...jiji

 
Copyright 2010