a veces pienso que no hay un trabajo más aburrido que el tuyo. buscar inofensivas palabras en el diccionario para intercambiarlas, para decidir cuáles se parecen, cuáles tienen un matiz distinto, cuáles uno similar. rebuscar entre los miles de enunciados perdidos entre páginas y páginas para encontrar, al final, una que sea la más adecuada en esta ocasión, la más perfecta, la más pintada... el sinónimo.
y otras veces, las menos, creo que no es tan malo dedicar tu vida a los significados. ya ves, quizá no haya nadie que sepa expresarse con más exactitud que tú. nadie que limpie, que fije o que dé más esplendor a la lengua española. no sé si me entiendes... en una guerra de palabras por decir tú serías el ganador. y también si jugamos a las sílabas encadenadas o al scrabble. ganarás a todos los juegos de sábados por la tarde cerca del fuego. y eso tiene que ser divertido.
pero más allá de todo esto, de qué te sirve pasar horas delante de miles de páginas escritas. una palabra en negrita. un par de abreviaturas en cursiva y luego una gran parrafada en regular. de qué te sirve tener una base de datos tan inmensa que tus búsquedas necesitan el algoritmo googleliano. jamás entenderé que pases la vida buscando palabras que se parecen a palabras. que quieren decir lo mismo. y no lo contrario. los antónimos nunca te dieron tanto gusto como los sinónimos.
jamás lo entenderé. ni falta que hace. busca, busca, quizá acabes algún día. te esperamos en el bar de abajo.
Cerca del cielo
Hace 3 meses