salía del trabajo caminando a paso rápido, unos minutos más y el atasco de las cinco y media la dejaría fuera de juego durante una hora más de la cuenta. sus tacones sonaban por toda la oficina mientras se dirigía al ascensor. una vez allí pulsó el botón del primer sótano y pensó en lo que quedaba de día. por un momento sintió una intensa sensación de descanso. un sonido agudo la devolvió a la realidad y los tacones volvieron a repiquetear fuera del elevador antes de subir a su lujoso coche de subdirectora adjunta.
el traje impecable y el pelo suelto, las gafas de sol, el maletín, los zapatos de tacón de aguja y un perfume demasiado caro como para prestárselo a nadie. condujo despacio hasta casa, la circulación ya era algo densa. notaba sus pies cansados y la espalda empezaba a dolerle después de haber estado todo el día sentada ante su ordenador, sentada en la reunión presidencial, durante el almuerzo... al fin y al cabo, era viernes y la semana había sido dura.
antes de ir a casa pasó por el supermercado de la esquina a comprar unas cosas. nada especial, unas verduras para la cena, algo de fruta y un poco de chocolate... como siempre. subió a casa. el ascensor nunca iba tan lento como los viernes por la tarde. por fin se abrió la puerta y ante ella, el paraíso.
entró en casa, guardó la comida y fue a su habitación. se descalzó. hizo volar la chaqueta de ejecutiva hasta la cama, la falda entallada que tanto odiaba calló desplomada hasta el suelo. después se quitó la camisa que mamá le había regalado en navidad y la colocó cuidadosamente dentro del armario. acabó de desnudarse y posó sobre sus hombros la bata de seda que había comprado durante el último viaje a japón. despacio, anduvo hasta el baño y abrió la puerta.
- te estaba esperando -dijo él.
ella dejó que la bata se deslizara a lo largo de su cuerpo.
- lo siento... -dijo ella. sonrió y ocupó el hueco que el le estaba guardando en la bañera.
11 comentarios:
Saquenme de mi trabajo!!!! gracias por la sonrisa hermano.
que hermoso terminar asi tras una tediosa semana laboral....besos
ojalá me esperaran viernes como ese que relatas...
Al menos tiene su recompensa por el trabajo duro de la semana, que envídia!
Besos
Hay muchos que al llegar no tienen ni el baño :)
Besicos
Siempre que las batas se caen, las sonrisas se erigen.
Saludos che!
Yo quisiera también encontrar a alguién...
Un texto muy chulo, con la intriga hasta el final, porque parece que vive sola.
ains, así da gusto terminar de trabajar... para otras la llegada a casa es de auténtica depresión :P. Besucos.
Tienes habilidad para mantener la intriga hasta el final y sorprendernos.
Yo no soy ejecutiva,pero siempre llevo tacón de aguja para ir a trabajar y falda estrecha...Tu subdirectora adjunta y yo tenemos algo en común,así que tal vez yo le proponga a mi Él que terminemos así la semana.
Besos para los dos.
Sonrío, yo mismo. Hasta las mismísimas subdirectoras adjuntas tienen vida íntima y privada. Y parece que la tuya, del todo satisfactoria.
Una pregunta... el señor que la esperaba en la bañera, ¿también es subdirector? ;)
Un gusto, como siempre, leerte.
¡Un beso!
Alguien lo publico más arriba y es verdad: logras que tus escritos me atrapen hasta el final y que siempre quiera terminarlos de leer, asi que mis felicitaciones por eso!.
Y en referencia a eso: ojala que mis viernes terminen así, aunque no lo terminan de esa manera:pequeño detalle!. Besos desde Baires!.Bet!
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