retrocedí desde el baúl y me senté en el viejo sillón del abuelo. aún olía al tabaco de pipa, ése que fumaba incansable, a escondidas para que papá no le dijera nada, a hurtadillas para que yo no descubriera su escondite y fuera corriendo a preguntarle por qué esto o por qué aquello. todo me recordaba a él, también aquel pequeño cuaderno que sostenía entre mis manos y que no podía dejar de leer. era el mismo que había visto con él miles de veces, el mismo que se quedaba mirando cada noche antes de irse a dormir.
leí durante horas. como lo había hecho él en aquella misma habitación. su caligrafía era redondeada, esbelta y cuidada. en cierto modo, se parecía a la mía. sobre todo en aquel desliz final de cada palabra, siempre alargando los trazos como si no quisiera que terminaran nunca. y la firma cerrando cada historia, también rodeada por un círculo perfecto dibujado con tanto mimo, con tanta delicadeza que me hacía sentir algo extraño, como si aún estuviera allí, como si aquello fuera él mismo.
las primeras luces del día estaban a punto de asomarse a través de la cortina y yo aún seguía allí. no podía evitarlo. sus cuentos me transportaban a otras épocas, a otros lugares... el abuelo era capaz de despertar los sentimientos más distintos con tan sólo pasar una hoja. aquellas líneas azules contaban retazos de vidas, trozos de fábulas, pequeñas vivencias de personajes pensados, que no existían mas que dentro de él. palabras sueltas, algunas frases ingeniosas, pequeños dibujos que ilustraban secuencias... todo aquello era él. estaba seguro. podía reconocerlo tras cada historia y sabía que cada una de aquellas páginas habían sido escritas para que yo las leyera algún día.
después de todo, el abuelo siempre me dijo que yo iba a ser escritor. parece que tenía razón.
18 comentarios:
parece que tenía razón.
Un beso, Alicia
benditos abuelos, cuanto saben :). Besucos.
Y de los buenos -le faltó añadir a tu abuelo-. Sigo leyéndote y enganchándome a tu blog. Escribes muy bien, y las historias, tienen esa magia que necesitan las buenas historias para enganchar al lector y buscar el siguiente capítulo, o los retazos de otra historia.
Un saludo.
lindo blog
aunque a estas horas la letrita blanca me pierde un poco... pasare en otro momentito a leer con mas atencion..ajaj
un saludo cordial
georgina
a mi me suena a que algo similar había leído por aquí... es bueno, siempre, leerte, y los abuelos son una debilidad así que... ufff!! que las letras se aprezcan... ese detalle lo hace todo...
besitos!
mmmm me recuerda a la Diégesis
un concepto qe vimos en teoria y critica literaria... Me parece interesante tu forma de narrar
cuando tenga tiempo te leeré con más calma
¿te puedo agregar a mi lista?
avisame
cuidate
xau
Los abuelos siempre tienen la razón querido amigo :)
Besicos
Sí,el abuelo de tu historia y tu propio abuelo.Los dos piensan que tú serás escritor.Y de los buenos.
Un beso para los dos.Disfrutad mucho en el puente que os vais a hacer,pero no perdais el contacto con los que nos quedamos por aquí y tened mucho cuidado.
Más besos.
Yomismo, disculpa que me tome el atrevimiento de aprovechar tu espacio en esta ocasión para decirle desde aquí a MARÍA JOSÉ que por favor se pase por mi rincón...
Gracias y besos a los dos :)
Muy lindo texto :O
Me alegro de haber pasado :)
Saluditos
No me olvido de usted, caballero Yomismo. :)
De hecho, lo sigo leyendo cada vez que me resulta posible, aunque no siempre me haga visible.
Por supuesto que la invitación es extensible a ti, y si no te he dicho nada expresamente ha sido para no resultar pesada, pues yo también te echaba de menos a ti y pensé que te habías olvidado de mí, snif...
Por cierto, que ayer o antes de ayer te envié un correo a la dirección que aparece en tu perfil, para poder así ponerme en contacto con María José.
¡De nuevo gracias y un abrazo!
Y ya sabes, ¡te espero en allegro!
:)
bienvenidos a los nuevos visitantes. y gracias a todos por haber venido, por haberme hablado... en los próximos días me refugiaré en un lugar de europa... estaré acompañado y viviremos, seguro, unos días geniales, distintos... amsterdam nos espera. volveré la semana que viene.
pasadlo bien. un beso.
Claro que tenía razón! Pásalo bien en tu viaje y al vuelta nos cuentas.
Que escrito más dulce.
Y los hermosos cuentos del abuelo, yo también los recuerdo..
Buen viaje, y disfruta!
Un beso
Quillo¡¡¡¡
(somos de Cadiz)que nos salimos con la nuestra ehh¡¡,vas pa`riba a to mete.Lo del abuelo nos ha emocionado :la abuela llorando,y yo casi casi porque nos hemos metido en el personaje.
Sigue escribiendo que llegaras muy lejos y que a nosotros nos de tiempo de verlo.
Un abrazo y muchos besos para los dos
me acorde de tu blog y te visito otra vez
cuidateeee un abrazo
xau
Siempre la pegan los abuelos. Tienen esas dos manos de ventaja de los años.
Parece? tenía completamente razón.
Queridisimo amigo, disculpa que este tan desaparecida, ultimamente ni escribir puedo ya.
Un fuerte abrazo tranoceánico.
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