24.8.07

recuerdos

volvía a aquella habitación después de un largo tiempo de exilio. todo estaba casi igual que aquella tarde, aunque estaba claro que mamá había colocado un par de cosas donde no era en alguna de sus rutinarias jornadas de limpieza.

mis viejos comics amontonados en el estante de encima de la cama, siempre prestos para una lectura tranquila antes de cerrar los ojos y dormir. también estaban los cd's de jazz que me había regalado el abuelo cuando aún no había escuchado demasiadas cosas y los cascos que compré con mis primeros ahorros para poder oír toda aquella música y poder perderme en los detalles. también estaban mis libros de flanagan, el detective que sin sabueso ni watson todo era capaz de descubrir, con él crecí y también me enseñó muchas cosas, a como tratar a las chicas, por ejemplo. sí, y allí estaba aquella piedra que recogí en la playa. la piedra en la que escribí tu nombre y que pensé en guardar para siempre.

algo se movió dentro de mí en aquel momento. sentí que aún latías cerca de mi corazón y que quizá, sólo quizá, no te habrías olvidado de mí.

el mundo gira y no podemos hacer nada por impedirlo. sólo debemos disfrutar de lo que tenemos y pensar que cada momento es tan valioso como aquellas cosas que sólo suceden una vez. por eso mis ojos se humedecieron cuando abrí la puerta de mi antiguo santasanctorum. recordé lo divertida que había sido mi infancia y pensé que tendría que volver más a menudo.

5 comentarios:

AROAMD dijo...

regresar a la infancia siempre es muy dulce... gracias por tu visita al 'viaje'... y tu comentario sobre américa latina. que te la cuenten es bonito, que te la canten aún más, pero tendrás que ir hasta ella. tienes que sentir los toquecitos del tenampa 'tú mismo'
yo, ya en madrid, regresaré por este lugar azul...
un abrazo

Rodolfo Serrano dijo...

me ha encantado. El recuerdo conviene mantenerlo vivo.Gracias

Francisco J. Rodríguez dijo...

¡Olé!

Carpe diem! sin duda cada segundo de la vida es único e irrepetible, aunque a veces nos empeñemos en verlos todos iguales...

Muy chula la historia, me encantó.

Un abrazote hermoso, jeje

Gastón Martorelli dijo...

Texto para los que creen que la patria es la infancia. Me gustó mucho, sabiendo que a menudo suelo recordar cosas.

El recuerdo es importante, como la memoria, que debe seguir siendo viva, como lo está en los pueblos de América Latina.

Abrazo fuerte desde Argentina

Mandarina azul dijo...

"sólo debemos disfrutar de lo que tenemos y pensar que cada momento es tan valioso como aquellas cosas que sólo suceden una vez".

Uf... cuánta razón tienes, yomismo. Me gusta tu manera de retornar al pasado y de recordar. Eso sí, no dejes de mirar hacia adelante, ehhh...

Un besote :)

 
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