23.4.08

niños

los niños pasaron aquella noche intranquilos, no dejaban de despetarse, de dar vueltas en la cama, se levantaban una y otra vez para comprobar que todo estaba bien. se decían cosas al oído en medio de aquella oscuridad extraña. de vez en cuando temblaban de emoción y no podían evitar reír si algún buen presagio les pasaba por la cabeza. ansiaban que amaneciera un día más, un año más.

la más pequeña de los dos fue hasta la ventana, la abrió y una brisa fresca y hechicera la llenó por dentro. miró a las estrellas, cerró los ojos y pidió un deseo. pidió lo que había estado esperando desde hacía tantos días, desde que lo vio en una pequeña tienda de antigüedades. y lo pidió con tantas fuerzas que cuando abrió los ojos creía que lo tenía en sus manos. pero aún era pronto, así que decidió volverse a la cama. quizá pudiera dormir un poco más.

casi sin querer las horas fueron pasando y el alba empezaba a despuntar más allá de las montañas.

- ¡despierta, despierta! -le dijo a su hermano mayor.
- ¿ya?
- sí, corre, que que ya han llegado.
- ¿tú crees?
- estoy casi segura, he oído pasos y cosas extrañas.

los dos se levantaron un poco asustados. quizá estuvieran allí aún. recorrieron el pasillo agarrados de la mano, despacio, atentos a cada movimiento, a cada pequeño ruido. y antes de entrar al salón se miraron cómplices pensando en sus deseos, en si se habrían cumplido. se sonrieron, abrieron las puertas y... allí estaban. millones de pequeños paquetes regaban la habitación entre serpentinas de colores y gritos de júbilo.

- ¡papá, mamá, han venido!
- sí, venga, ¡despertad! ¡que ya han estado aquí!

los niños no pudieron evitarlo y empezaron a abrir sus regalos. libros, libros y más libros. de detectives, de amor, de miedo, de fantasía... y allí, justo encima de la radio vieja había un paquete envuelto en papel amarillo y azul que llamaba la atención de la pequeña. fue a abrirlo despacio, como si no hubiera otra cosa en el mundo, con mucho cariño, como si tuviera en sus manos el mayor tesoro que jamás viera barba negra, sabía que su sueño se había cumplido. una de las ediciones originales de el principito, de antoine de saint-exupéry. tan bonito, tan brillante y tan viejo, tan dulce era su mirada.

feliz día del libro a todos.

4 comentarios:

pennylanebcn dijo...

abriré la ventana....quiero que entre esa brisa fresca y hechicera y me llene por dentro.

O quizás ya la he abierto y no me he dado ni cuenta??

Rgina

Anónimo dijo...

Feliz día del libro para ti también.Espero que te hayas autoregalado alguno.Yo lo he celebrado con mis niños con "la maleta viajera",que lleva dentro algunos de los libros de cuando eras pequeño.los que te hicieron tan buen lector como eres ahora.

La idea del post es muy tierna y muy original,por eso de que en los niños está el futuro.

Besos para los dos.

Heva dijo...

Hola!
La direccion de juanjo de clase es sepi_kovy@hotmail.com

Un besoteeee

MaríaGabriela dijo...

Soy profesora de Lenguaje y he preparado junto a un curso de séptimo grado un pequeño acto para celberar este día. Los chicos y chicas han creado, con sus manos, separadores de libros para regalarle a todos sus compañeros de la jornada de la mañana.
Bien importante es que sepan el por qué de este día.

Nuestras propias vidas son un libro y cada día escribimos una nueva página.

Ya quisiera yo que muchos niños más se motivaran por la lectura, por la fantasía, por su estética, por su goce.
La lectura abre mundo insospechados.

Feliz día del libro y del derecho de autor.

 
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