10.1.08

azul

azul. azul como este cuaderno de notas, como el color de mi bolígrafo, azul como algunas mandarinas, como los números que acaban en 8, azul como aquel año en el que nos vimos atrapados, como el reflejo del cielo en el mar, azul como tu sonrisa, como esta noche iluminada. azul era la puerta de aquel bar.

después de muchos años de ausencia, de silencios y olvidos, allí estaba yo, delante de aquel cartel que rezaba "donde el dolor se pierde". entré y apenas había cambiado. el mismo camarero, las mismas mesas desvencijadas, las mismas sillas medio rotas y aquel olor a caramelo que tanto nos gustaba. miré alrededor buscando la mesa en la que pasamos tantas tardes cuando aún no éramos tan idiotas, cuando aún quedaba algo de inocencia en nuestras manos y todo estaba empezando. tampoco había cambiado, ya casi no se podía leer aquello que escribiste, también otros habían escrito después.

me senté y le pedí al camarero un batido de chocolate, como entonces, quizá aún le pusieran algo de nata y sirope, como a ti te gustaba. no sabía porque había vuelto allí, ya hacía muchos años, no había vuelto a saber nada de ti y sin embargo, no había podido evitar entrar al pasar por aquella calle.

el batido me trajo recuerdos. madrid se coloreaba en sepia, en la calle la gente se vestía de otra manera, el camarero tenía más pelo y tú estabas sentada a mi lado. abrí los ojos y ya te habías ido. mientras saboreaba nuestro manjar de otros tiempos, volvía a sentir lo que aquellas tardes junto a ti. el calambrazo cuando te acercabas a mí en las escaleras del metro, el escalofrío cada vez que me tocabas sin yo esperarlo, el cosquilleo de saber que algo malo estábamos haciendo bajo la mesa, las lágrimas del adiós, la alegría del hola de nuevo...

nuestro rincón preferido en el mundo, solíamos decir. allí pasábamos noches en vela, allí nos dimos nuestros primeros besos y nuestros primeros regalos de aniversario. allí sentimos que siempre íbamos a estar juntos. y allí sentimos que todo había acabado.

hoy he vuelto a pensar en ti. parece que últimamente tu recuerdo está más cerca, como si quisiera verte de nuevo, como si un día fueras a volver, como si otra vez quisieras entrar en nuestro bar azul.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Seguro que piensas en ella porque ella también está pensando en volver a verte, en volver a vuestro bar azul...Ya sabes, si os encontrais de nuevo no la dejes escapar.

Muchos besos.

Carlota dijo...

Hay sitios que parecen conservar la esencia de los amores que han pasado por allí...¿o seremos nosotros? Un abrazo.

Belén dijo...

Que bonito... yo también tengo lugares de esos... y son sagrados aunque cambie de pareja, siempre pertenecen al anterior verdad?

Besitos

Anónimo dijo...

Hay que estar muy enamorado para escribir asi,disfruta de ese sentimiento tan maravilloso.

Besos para los dos.

Arcángel Mirón dijo...

Es en casos como éste, que el azul se parece al sepia.

@slz_ dijo...

como las canciones de cristian castro

Marinero en Marte dijo...

bonita historia de sueños y recuerdos que uno quiere hacer suyos...

Jorgelina Mandarina dijo...

hoy he vuelto a pensar en ti. parece que últimamente tu recuerdo está más cerca, como si quisiera verte de nuevo, como si un día fueras a volver, como si otra vez quisieras entrar en nuestro bar azul.

Gracias por este párrafo, gracias... Ulimamente andaba algo perdida, me ha echo bien leerte...

Un beso y un abrazo gigante compañero....

Anónimo dijo...

A mí también me ha hecho bien leerte, aunque me ha hecho pensar en él...

joaninha dijo...

qué bonito!, deberías encontrarla... hay historias que, si se recuerdan así, es que nunca terminaron.

Un besito

Mandarina azul dijo...

Precioso, Yo mismo.

A veces los lugares dejan de ser lugares y parecen transformarse en una extraña prolongación de nosotros mismos...

Un besazo. :)

Mandarina azul dijo...

(Y mil gracias por la referencia a esas mandarinas azules... :) ).

 
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