2.1.08

año nuevo

en las calles de madrid aún se podía escuchar el rumor de miles de personas descorchando sus botellas para brindar por el nuevo año. aún habitaba el recuerdo de las doce campanadas en la puerta del sol: una... dos... tres... ...doce... bien...! y cientos de silbatos y espantasuegras, rios de cava y vino, pelucas, trajes destrozados, besos, abrazos y vivas. la resaca de todo aquello podía sentirse aún, 4 o 5 horas más tarde.

allí estábamos caminando calle abajo, discutiendo quién era más rápido si superman encontrando una cabina telefónica, poniéndose su capa y saliendo al rescate de su preciosa lois o billy el niño, ese trasnochado forajido que en menos que cantaba un gallo sacaba su pistola, apretaba el gatillo y te dejaba sin aliento. yo siempre apostaba por billy, era obvio, pero él siempre me hacía dudar. ya sabes, eran conversaciones sin pies ni cabeza, de esas que siempre surgen a ciertas horas de la noche, más bien, de noches como aquella.

sí, recuerdo que también hablábamos de cosas trascendentales: de por qué tenía que bajar aquella bola antes de empezar las campanadas, de si sería obligatorio ese año bajar la tapa del water después de usarlo, de cómo haríamos para colarnos en el siguiente garito... en fin, temas sin los que no se puede sobrevivir una noche en madrid. sin embargo, al paso de un rato dando vueltas por chueca sin encontrar el camino correcto, él se sentó en un portal y yo a su lado.

un par de horas más tarde ya habíamos repasado un año que se había perdido en la oscuridad de lo que una vez fue y ya no lo era. él me habló de ella, de cómo la perdió, de cómo la dejó marchar sin entender siquiera por qué lo hacía, me explicó su sensación de vacío mientras dormía, esperando a que alguien, ella, volviera a abrazarle para no pasar frío. me contó que apenas sabía quién era desde que se fue, que ya nada era igual... me dijo que ella había encontrado a alguien, que ya le había olvidado.

yo me levanté y le dije, "vamos". y empecé a correr y él me preguntó: "¿dónde?" y no sabía si daría resultado, pero le dije, "sígueme, corre" y encontramos el camino y salimos de aquel barrio de laberintos y giramos hacia la derecha en la gran vía y corrimos, corrimos muchísimo, quizá fueran las alas que da el alcohol, quizá la rabia que llevaba dentro, me adelantó. sabía donde quería ir, sabía que íbamos a repetirlo. y corrimos juntos, a toda pastilla, como si alguien nos persiguiera y cruzamos la calle desierta y torcimos camino de la plaza de españa. y bajamos hasta donde el amigo alonso quijano nos esperaba montado en su rocinante, también nos miraba sancho. les saludamos gritando y corriendo nos tiramos al estanque, nos revolcamos como si fuéramos niños en un parque de arena, como si quisiéramos limpiarnos todo lo malo de un año que había acabado en aquel agua tan sucia.

nos miramos y tiritando nos pusimos a reír. no podíamos parar... 2008 había empezado, la historia nos daba otra oportunidad.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

tengo que felicitar a estos dos "más que amigos" por haber encontrado su camino y haber podido salir de chueca porque no es tan fácil verdad? jeje
nene leyendo esto como que me has dado ilusión a mi también..si es que tengo unas ganas locas de poder celebrar nuestro primer dia del 2008 juntos y ver que historias nos trae este año.
ya queda menos...

Belén dijo...

Bueno, seguro que encontrará otra princesa para que le abrace por las noches... como tu hiciste esa noche invitándolo a correr por las calles de mi Madrid... lo echo de menos sabes? visitar madrid...

Besitos

Azul dijo...

hola...feliz estreno de año y de oportunidades!!
aca me limpie mi año viejo con las aguas del mar ...
besos..

Carlota dijo...

No sé si es real o no tu historia...pero me contagiaste de esas ganas de correr como cuando se es niño, con libertad, sin casi rumbo fijo, de ese ritual de disfrutar del agua sin pensar en si se está haciendo el ridículo, y dejando que limpie nuestro alma...me encantó. Un beso enorme. :)

Anónimo dijo...

Me encantan los símiles que usas para explicar las cosas.
Ya sabes, las oportunidades hay que aprovecharlas a tope, porque no suelen presentarse nada más que una vez.
Y sí, ya os queda menos, casi nada, a vosotros y a nosotros. Muchos besos para los dos.

Carola dijo...

Que bonita historia ¿es real? Feliz año nuevo =)

Isabel Burriel dijo...

De algo me tenía que servir ser de Madrid. Así voy viendo fotograma a fotograma las imágenes de este relato como si fuera un corto de cine.

Fantástico.

Feliz año y un beso

Jorgelina Mandarina dijo...

Precioso, al igual que todo lo que escribes...

Un gusto enorme el leerte...


Besos amigo!

Ana dijo...

Os he seguido mentalmente en vuestra aventura. He repasado el año, he pensado en él, he confirmado que hay que bajar la tapa del báter y he corrido por madrid desierto para acabar en el estanque de este nuevo año.

Empezar tan bien el año significa continuarlo igual. Que así sea

Un abrazo

Francisco J. Rodríguez dijo...

Que pasa fiera!

Me guardo las alabanzas por que tu y yo sabemos que no son necesarias.

Simplemente me encantó ;)

Un saludo

Putas y Princesas dijo...

gran final. FEliz año nuevo !!!!

Anónimo dijo...

Las noches de Madrid tienen algo... Feliz año!

Mandarina azul dijo...

¿Existe mejor forma de despedirse de lo que una vez fue y ya no lo era?
Me ha encantado tu relato, pero es que esa frase me parece ya la repera...

La historia nos da muchas oportunidades, ¡hay que vivirlas! Aunque terminemos luego revolcándonos en un estanque. Y siempre... que nos quiten lo bailao.

Un gran abrazo, Yo mismo. :)

Rodolfo Serrano dijo...

Un recorrido maravilloso. De esos que me encanta hacer. Lástima que cada vez tenga menos ilusión por repètirlo

Anónimo dijo...

Precioso,como siempre,me encanta que gustes a tanta gente,cada vez a mas, enhorabuena.
Yo estoy un poco atrasada por que como sabes en las vacaciones no he podido entrar,me ha gustado mucho reencontrarme con tus historias,las echaba de menos.
Un beso.

 
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