3.12.07

bolígrafos

toc, toc, toc. daba golpecitos en la mesa. toc, toc, toc. daba tres golpecitos seguidos. toc, toc, toc. los daba con un bolígrafo, uno de esos bic que todos usaban en clase para tomar apuntes. toc, toc, toc. era azul, como el cielo que lucía radiante por la ventana. toc, toc, toc. daba tres golpecitos seguidos, cada tres segundos. toc, toc, toc. como si fuera un reloj, siempre con la misma frecuencia.

daba golpecitos automáticamente mientras el profesor explicaba no se qué maravilla de la semántica y miraba a la calle. miraba el mundo de verdad y se imaginaba volando como volaba su imaginación. se imaginaba viajando, recorriendo mares, sin controlar sus alas ni saber donde le llevaban. toc, toc, toc. esquivaba altos edificios, pasaba tan cerca de ellos que había quien, desde dentro, se sorprendía de verle. volaba cada vez más rápido y cada vez más bajo. toc, toc, toc. y se coló, no sabía cómo en uno de esos taxis amarillos que iban por la quinta. nueva york. toc, toc, toc. nadie conducía pero el coche se movía rápido y le llevaba a algún sitio.

toc, toc, toc. the great wall, ponía en un cartel. ¿la gran muralla china? se preguntó. los turistas se apartaban con estrépito, un taxi amarillo surcaba los caminos amarillos hasta no se sabía dónde. toc, toc, toc. el coche no giraba, había una curva y el coche iba recto, ¿qué pasaba? toc, toc, toc. el coche se salía del camino y volaba... toc, toc, toc. ¿la reina de inglaterra? allí estaba, con ropas un poco extrañas y tomando el té con una de las mujeres más estiradas de toda la historia. increíble pero cierto. ¿qué tal el tiempo por londres?

toc, toc, toc. la reina le invitó a pasar a una de las grandes habitaciones de buckingham palace, "sígueme, por favor", le decía. toc, toc, toc. ya no era la reina, era un canguro y ahora se encontraba en el palacio de la ópera de sidney. toc, toc, toc. el canguro se lo llevó en su bolsa a pasear y saltó y saltó tanto que de un brinco apareció en la patagonia, allá por la argentina. preciosa tierra, aquella, por cierto. toc, toc, toc.

el profesor le miraba con cara de odio. toc, toc, toc. ¿se puede saber en qué mundos ha estado hoy? ¿en los de yupi? ¿en el universo de zipi y zape? baje de las nubes, estamos en clase. toc, toc, toc. y ese hombre le sacó de su sueño, el sueño del... toc, toc, toc.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

mi mente divaga, pensando en el puente de la inmaculada,en Madid,ellos alli y yo aqui; Me gustaria acompañarles , de echo me veo alli,paseando mientras me cuentan lo bien que lo pasaron el año pasado aqui y alla,y mientras almorzamos en el palacio del jamon.
Espero que os lo paseis igual de ben o mejor, ...
bueno besitos para todos
p.d: SOY CACHITA pero si no lo pongo en anonimo no sale

DémoNan dijo...

Jeje odio esos toquecitos continuos con el boli, me ponen de los nervios¡¡¡ besosss

Isabel Burriel dijo...

¡Qué tiempos! Yo solía darme paseillos de esos en clase cuando me aburría como una ostra.
Siempre en Bavia, que se decía entonces.

Besos

Antonio dijo...

Muy bonito; para despertar la iamginación nada mejor que llamar a la puerta, a ver que encuentras despierto. Al menos, merece más respeto que ese profe cabreao.

Estupenda abstracción.

Sabes, yo todavía golpeo la mesa con el lápiz si estoy aburrido, aunque les molesta algunos que creen que sé Morse;)

Anónimo dijo...

Es genial, cuando por fin tu mente consigue salir de clase mientras miras fijamente al profesor o la pizarra.
Y son geniales esos paseos por el mundo de los sueños.

Ay, yo sigo así y además con mi pilot de toda la vida. Hay cosas que nunca cambian.

Gracias por tu visita. Me ha gustado tu blog.

Castigadora dijo...

Toc toc toc!! Yo me apunto a ese viaje, si sólo hace falta un boli y tener ganas de volarrrrr!!!

Muy divertido!

Besos!!

Anónimo dijo...

Toc, toc, toc, el ruido puede ser irritante, pero esta vez ha resultado encantador.Es estupenda la facilidad que tienes para hacer una historia con tan pocos mimbres.Besos.

 
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