hoy comienza el último mes de 2007. las calles se llenarán de bolsas con regalos, de niños que piden a sus padres nuevos juguetes, de historias bajo la nieve... la puerta del sol acogerá a miles de turistas ávidos por descubrir un mundo de luces, colores y árboles de navidad en fechas de frío y solidaridad. todos seremos felices y comeremos perdices.
me gusta diciembre, es una mezcla de pasado y futuro, la esquina donde gira un año que se acaba, donde encontraremos un nuevo camino que aún no hemos andado. diciembre es el tiempo de mirar atrás, de echar cuentas con nosotros mismos y de pedirnos la factura de un año que seguramente no habrá tenido días suficientes para abarcar todo lo que nos habíamos propuesto. pero también es el momento de buscar nuevos deseos, de hacer nuevos esfuerzos para que este año consigamos todo aquello que siempre hemos querido. es el tiempo de hallar la fórmula de la eterna juventud, de encontrarnos a nosotros mismos, de ser más felices...
para otros, sin embargo, es el tiempo de la hipocresía, de pensar que sólo hay pobres en navidad, que dar una limosna lo arregla todo, que otros curarán a esa mujer que anoche dormía en las escaleras del metro... es el tiempo de gastar, de comprar a nuestros hijos cientos, miles de juguetes con los que sólo disfrutarán durante unos días después de la llegada de los reyes magos, o quizá, de santa claus. es el tiempo del marisco exquisitamente caro, el tiempo de las burbujas de freixenet, del turrón de suchard o del lobo, ese que vuelve por navidad, de los ferrero rocher, del pavo... la vida es mucho más bonita cerca del árbol adornado. también es mucho más triste lejos de él.
diciembre trae a mí sentimientos contradictorios, por eso en mi carta a melchor, gaspar y baltasar siempre pido un poco de alegría para aquellos que no tienen con quien pasar "esos días tan especiales". por eso siempre he creído en las segundas oportunidades, en que no todo será siempre oscuro para aquellos a los que la suerte da hoy la espalda.
ojalá alguien me escuche. ojalá volváis a casa conmigo. ojalá nunca perdamos la esperanza.
Cerca del cielo
Hace 5 semanas
6 comentarios:
Diciembre es siempre para mi un mes melancólico. Llego de grandes experanzas que finalmente no resultan como esperaba. No hablo de regalos, hablo de sensaciones que se supone debemos tener en esos días y que si no las sientes paraces un bicho raro a veces me apetece estar triste en Navidad, ¿qué tiene de malo? No es una obligación estar feliz!!
Dices grandes verdades en este post! Sobretodo los sentimientos encontrados y la hipocresía me duele tener que darte la razón
Besos!
Ay, la navidad, que va agarrada de la mano de Diciembre... es bonita y a la vez trágica. Me gusta verla de lejos, como las postales que se envían por estas fechas...
Me ha hecho recuperar algo de los viejos sentimientos navideños. Bien está que, de vez en cuando, nos llegue ese olor y ese aire de días como estos.
me gusta,enhorabuena
Estamos todos divididos en cuanto a la navidad, unos la desean, otros la odian, yo me quedo en el centro, así no me posiciono jejeje
Diciembre es tiempo de balances y proyectos, de esperanzas e ilusiones.Me alegro de que pidas en tu carta para los que no tienen nuestra suerte.Yo también lo hago.Hay mucha gente que no tiene una mesa ni una familia con la que sentarse alrededor de ella.Afortunadamente no es nuestro caso.Besos.
Publicar un comentario