ella había olvidado quién era, había olvidado su nombre, su aspecto, dónde había nacido, a sus amigos de la infancia, a sus compañeros de trabajo... no recordaba dónde vivía ni el año en el que estábamos. cuando despertó aquella noche no recordaba nada.
hoy es distinto. es la primera vez que vengo a verla desde aquel día, no he podido hacerlo antes. no sé, la idea de estar con ella otra vez y notar la frialdad de unos ojos que no me reconocen no me había dado demasiadas ganas ni fuerzas, hasta ahora.
ahí está, tumbada en la cama con uno de esos tubitos por debajo de la nariz, con un par de monitores y conectada a un gotero. el sonido de sus constantes vitales, monótono, como si no pasara nada. es una sensación extraña, nunca la había visto tan frágil y, sin embargo, sigue tan hermosa como siempre.
hace un momento me ha dado un vuelco el corazón. es como si hubiera sentido mi presencia en esta habitación, ha abierto los ojos y con un pequeño hilo de voz me ha dicho "te conozco, la primera vez que te vi fue para pedirte una copa en aquel bar de malasaña..." y ha vuelto a bajar los párpados para quedarse dormida. recuerdo aquella noche, yo estaba sentado en la barra y ella llegó de repente y me dijo "necesito un amigo, necesito contarte mi vida, ¿me invitas a una copa?". desde entonces todo ha cambiado para mí.
¿y sabes? se me ha helado la sangre porque su libro de la memoria se ha vaciado, porque en el baúl de sus recuerdos ya no hay nada (o eso creíamos) y aún así ha sido capaz de reconocerme. casi había olvidado la facilidad con la que podía sorprenderme. ahora me he sentado en este incómodo sillón, cerca de ella, para mirarla, para sentirla. y parece que el mundo ha vuelto a empezar, que estamos a solas, que no existe nadie más. al menos en su mente debe ser algo así ahora. en la mía lleva siéndolo muchos años.
a veces resulta imposible ser su mejor amigo y no poder tocarla, no poder abrazarla y pensar que nunca podré hacerlo y que ni siquiera tendré una oportunidad. disimulo cuando estoy con ella. soy un cobarde, lo sé, pero prefiero tenerla cerca aunque tremendamente lejos que no tenerla. prefiero no perderla. ¿no lo entiendes? no quiero arriesgarme, no sé arriesgarme.
Cerca del cielo
Hace 5 semanas
9 comentarios:
Hay una errata en el primer párrafo:
"había olvidaDO su nombre"
Buen relato, saludos
No me he dado cuenta de si hay o no una errata, porque lo primero que puedo decir es que hay mucha TERNURA en este escrito. De verdad que no se como explicarlo, pero me dado mucha pena por ella y por él de esas veces que no sabes por qué te ha llegado hondo una historia, pero así ha sido.
Enhorabuena otra vez te has superado!
Besos!
Estoy aqu� sentada delante de la pantalla del ordenador y no s� que decirte, s�lo se me ocurre lo mismo de siempre: me encanta.
Me he quedado impactada, no s� donde buscas para escribir as� pareces mayor, con una experiencia que no tienes...Vas por un camino estupendo. Ser�s un excelente publicista y quiz�s novelista. Besos.
De nuevo mi más sincera admiración, Yo mismo. Tienes un ángel escribiendo, un algo especial... jo.
:) Abrazo grande.
es una lástima que haya veces en las que tenemos a alguien cerca pero en realidad la sintamos tan lejos.
Me ha gustado la historia. Debe ser un momento inolvidable y muy grato ver que alguien que ha olvidado todo se acuerde de ti aunque sea un recuerdo falso, que te relacione con su vida anterior.
La vida es injusta a veces...
Un saludo, Eva Galve o_O
Maravilloso relato, Yo mismo, muy tierno. Qué duro y que difícil es estar acompañado y sentirse sólo...
Un beso y gracias por pasar por mi mirador, te espero cuando quieras!!
Rebota en el corazón el paso por aquí. Muy bello el camino que elegiste.
Un abrazo desde el sur de los sures
Estoy de acuerdo con Maria Jose,me has dejado sin palabras, no se que decirte...
Me tienes enganchadisima a tu blog,entrar en el, es lo primero y lo ultimo qu hago cada dia,aunque no siempre pueda ecribir.
Estoy muy orgullosa de ti,un beso muy fuerte,y que paseis buen fin de semana
Cuantas veces por no arriesgarnos dejamos de vivir, de sentir de ser como queremos ser.
Otras veces, pasa algo, un vuelco al corazón que nos empuja al riesgo.
Saludos.
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