bajó la mirada y con las manos en los bolsillos volvió andando a casa. sabía que tardaría al menos una hora pero no le importó. ella se marchaba y el quería pasear para poder hacerse a la idea. habían estado juntos casi todo el invierno, y ahora ella volvía a su norte, como en aquella canción. allí acababa el verano. la historia volvía a repetirse y él no podía acostumbrarse.
en la ciudad la primavera empezaba a dejarse notar y una ligera brisa movía las ramas de los árboles que ya querían colorearse de verde. imágenes de mil momentos venían a su mente, imágenes de noches celestes que no acababan, de conversaciones y recuerdos, de paseos por el malecón cuando caía el sol y las calles parecían más doradas, de mañanas saboreando el café que ella había preparado, de siestas que se hacían cortas...
volvió a aparecer tras años escondida. "tengo familia aquí" le dijo aquel verano, por navidad. y en aquellas dos semanas fueron capaces de volar más lejos y más alto que su propia imaginación... fueron días maravillosos de luz y calor, de playa y guitarras, de oír a esos músicos que ella traía de allí, de hablar de los temas que hacían daño aquí... pero voló más lejos y más alto que su propia imaginación y nunca volvió.
hasta hace dos meses que vino a ver a su familia. sus tíos viven en la casa de al lado, así que cuando ella llegó con esa luz, con ese ángel, no pudo más que iluminar su rostro y su sonrisa. se contaron mil historias, mil aventuras de aquellos años que pasaron separados: los días azules, los otros más negros, aquellos que habían enrojecido por el amor, las semanas verdes e incluso esas más amarillentas, que se hacen con recuerdos. todo.
fue como volver a aquel banco donde se dieron el primer beso, como viajar a aquel bar donde me conocieron, como sentir que estaban en el cielo, como volver a mirar atrás en aquella esquina donde se dijeron adiós y que aún estuvieran allí. y estas ocho semanas han vuelto a ser inolvidables... "espero que vengas a verme otra vez" le dijo él. y ella con los ojos empañados, una mota quizá, y sonriendo como siempre, asintió y subió a ese avión que la llevará de vuelta a su ciudad.
¿sabes? para colmo nevó en buenos aires y alguien rodaba una película cerca de allí, mientras aún estaban juntos.
Cerca del cielo
Hace 1 mes
6 comentarios:
¿Ésta despedida es porque quizás tú tambien te vas a despedir? Será por poquísimo tiempo. Besos
jajajaja,Maria jose,siempre te me adelantas,y para colmo comentas lo mismo que se me ocurre a mi;¡¡¡ni que fueramos hermanas¡¡¡
Quizas para el año que viene podriais dar un pasito mas... tu me entiendes.
Un abrazo.
A veces es bueno separarse para saber si realmente... ya sabes...
Un beso pacificador
Lo que hace el subconsciente...
Gracias por tu mensaje, muchas gracias.
Me seguiré refugiando por aquí siempre que pueda...
Un saludo
La nevada en Buenos Aires sigue dando lugar a historias. Qué maravilla.
Publicar un comentario